jueves, 30 de agosto de 2012

Extraño ser


Hace mucho que no escribo, no porque no tenga de qué, al contrario hay muchas cosas para hacerlo, sin embargo hay que tener ganas, hay que agarrar la lap top y comenzar a teclear... últimamente me siento raro, raro conmigo, con el mundo, con la persona que amo, con todos, y es que creo me cuesta mucho adaptarme a los cambios, y más si son radicales o que modifiquen bastante mi forma de vivir, mi rutina, mi monotonía.
Nunca pensé hablar de monotonía en mi vida, nunca pensé hablar de ello, quizá sea la edad, quizá el que no pasa nada, quizá mis pocas ganas de seguir, mi aburrimiento rápido de todo o quizá simplemente es que siempre lo fui y no lo quise ver.
Hoy que todo es raro, que el mundo, mi mundo, gira al revés, hoy que el amor se ha transformado en carencia (que no suene a reclamo, simplemente es como se percibe en el ambiente), hoy que el tiempo se volvió enemigo, que las ganas se aburrieron de esperar un sábado, que los sábados lloraron cuando aún quedaban algunas risas en el cajón que guarda el domingo, hoy que todo eso pasa me siento extraño, y extraño las risas, el andar por las calles sin rumbo o con rumbo, el codo a codo, el ver a los extraños sonreír, hablar hasta que la boca reseca de tantas palabras se calle con un beso, y con ese mismo beso despertar con una sonrisa que nos invitaba a soñar.
Es extraño extrañar todo eso, cuando sé que está ahí, pero que cada vez cuesta más agarrarlo, porque cada día me alejo más y más, y es que de pronto lo hago para que no duela la despedida, para que cuando la herida esté abierta cicatrice rápido, llámenlo temor si quieren, miedo, terror, lo que quieran decirle, no sé porque es extraño sentirme tan extraño, de repente porque extraño lo que era, lo que pude ser, de pronto porque siempre me extrañé y nunca fui lo que creí ser. 
Hace mucho, casi un año atrás, escribí algo diciendo que estaba jodido y enamorado, y creo que sí, es así... La cabeza jode y mucho, pregunta, piensa, planea, mil cosas hace el hijo de puta y hasta reprime con fuerza y rabia al corazón cuando éste quiere amar.
Necesitaba vomitar todo, o parte, o tal vez nada... pero necesitaba hacerlo.