sábado, 19 de septiembre de 2015

La Tercera Edad de la Juventud

Hoy en la tercera edad de la juventud,
Aun creo que se puede ser feliz,
Puedo mirar a todos a los ojos,
Sigo luchando por mis sueños,
Me enamoro de las personas no de lo que tienen o pretenden,
Me gusta más dar que recibir,
No fumo cigarrillos aunque a veces muero por una pitada,
Puedo llorar al escuchar una canción,
Es larga la carretera cuando miras atrás y adelante,
El amor es algo que disfruto, aunque me dure poco,
Soy necio, orgullos, tímido, sensible, contradictorio y coherente,
No me interesa saber por qué el arte abstracto es arte,
No me arrepiento de nada de lo que he hecho, pero sí de lo que dejé de hacer,
Me gusta el café por las mañanas y por las tardes,
La melancolía es una de mis mejores amigas,
Prefiero una combi que un taxi,
Aun me emborracho, pero con menos frecuencia, la resaca pega fuerte pasados los treinta,
Las palabras sobran y las miradas hablan,
La lectura pega fuerte como los tangos,
Los desamores entristecen y los nuevos amores nos hacen reír,
Las caras de las personas no interesan tanto como a los veinte,
Los complejos se fortalecen y nos dejan desprotegidos,
Las mentiras ya son chistes repetidos,
La soledad se convierte en mujer y se casa para no divorciarse jamás.
Bah... La tercera edad de la juventud
La juventud se va muriendo, y aun hay tanto por hacer...


    

lunes, 24 de agosto de 2015

Ella y ÉL

Te quiero.
Yo también te quiero.

Quiero casarme.
Yo no quiero casarme.

Y quiero ser mamá.
Yo ya soy papá.

Quiero tener muchos hijitos.
A mí me basta con el que tengo.

A mí no me gustan los perros.
Yo quiero tener muchos perros.

Soy tu novia.
Eres mi amiga.

¡Bésame!
¡Bésame tú!

Te quiero.
Yo también te quiero.


sábado, 25 de julio de 2015

Bubulina

Malditos los días que el invierno transpira,
Malditos los oyentes que no lloran la cantora,
Malditos los que rompen el sueño con la piedra de la realidad,
Malditos los que amablemente te clavan el puñal,
Malditos tus consejos y mis razones,
Malditos los que maldijeron alguna bendición.

Benditos los días que saben llorar tu humedad,
Benditos los que cierran sus ojos y escuchan tu voz,
Benditos los que con sus escudos logran proteger tus sueños,
Benditos los que se hacen fuertes tu traición,
Benditos los que saben escucharte y esperan el momento para hablarte.
Benditos tus ojos, y tu voz, y tu boca, y tu sonrisa, y tus sueños, y tú, y yo.