Tan linda como
ayer
Tan impredecible
como la primera vez.
Nuestros cuerpos
cambiaron un poco, pero sigues igual de linda. Es curioso volver a verte en el
mismo lugar por el que solíamos andar, y que todo alrededor sea tan extraño.
Nuestro café no existe más, ese lugar pequeño que guardaba nuestros secretos,
esos primeros besos y el primer “te quiero”.
“¿Te acuerdas
cuando caminábamos en la noche a la orilla del mar?”, me preguntabas, yo en
silencio asentía, no podía dejar de mirar el horizonte, ese que alguna vez se
trago mi tiempo.
Nuestros caminos,
como siempre están separados, pero van en líneas paralelas, y quién sabe en
algún momento esas líneas se junten en algún punto en el infinito.
Te quiero
piojita!