ÉL: Te extraño demasiado, es raro pero siento que siempre estás ahí en cada lugar, cada decisión, cada momento... Es raro...
Ella:
Él: Sabes por qué no me fui contigo? Iba a ser muy romántico, o muy caótico, o quizá simplemente muy normal, pero seguirías aquí... Aquí, conmigo.
Ella:
Él: Las cosas han cambiado... Tuve una que otra aventura, sufrí algo, pero disfruté mucho. Últimamente recuerdo bastante la última vez que hablamos en tus escaleras mientras tomábamos unas cervezas y reíamos, y todo ese jolgorio terminaba en un beso prolongado, ansiado. Un beso quizá dolido, quizá no. Un beso que sabíamos llegaría pero no sabíamos bien cuándo, en qué momento, y como todas las veces anteriores, fue mirarnos y pasó.
Ella:
Él: Te extraño. Te extraño tanto que extraño el día que no te extraño. A veces, algunas noches, me duermo pensando: ¿qué hubiese pasado si mandaba todo al carajo y me iba contigo. Si te hubiese cuidado de verdad, si hubiésemos ido por nuestra felicidad. Si hubiésemos cumplido nuestra promesa. Cómo hubiese sido, no? Es jodido estar acá, sin poder tocar fondo porque sé que puedo caer mucho más.
Falta caos en mi vida, tu caos. Falta el huracán que me desordena todo, pero que sabe llevarse lo que me hace mal, y se queda ya cansada para curar mis heridas. Me faltas.
Ella:
Él: Di algo, dime que me odias, que te jodo demasiado, que no me soportas. Dime que esto es mentira, que sigues en la casa verde, que quieres una chela. Dime que me amas, que no podemos estar lejos el uno del otro, que al final siempre volvemos al primer momento, que extrañas dormir conmigo...
Di algo, lo que sea... Pero di algo, por favor... Sálvame o llévame, pero no me dejes más.
Ella:
Él: Es tarde. No por la hora, sino porque todo es en vano. No voy a poder decirte nunca más lo que has sido para mí.
Si me hubiese ido contigo, nada de esto hubiese pasado, y seguiríamos juntos o quizá ya nos hubiéramos mandado a la mierda. Pero estarías aquí.
Al final nos separaron. La única fuerza que podía hacerlo, se envalentonó y se atrevió a separarnos. La puta madre! Tengo que hablar contigo al menos una última vez. Pero no.
El 27 toca Fito, no voy a llorar pero acompáñame, y en brillante vete con un beso.
Te amo!
Ella: