Estaba escribiendo y borrando, llevaba poco más de una hora haciendo ese ejercicio, cuando decido parar un poco, ir a prepararme un café y disfrutarlo con un buen cigarrillo, mientras pensaba que tenía ya mucho tiempo sin escribir descuidando mi pequeño espacio, y saben qué era lo raro, que en verdad quería hacerlo pero no sabía sobre qué, no tenía un detonante que prenda la llama de la inspiración (cursilería barata o buena excusa para no hacerlo).
Volví con el café caliente y con un cigarro en la boca, le doy una, dos pitadas, el reloj que de casualidad se dejó ver marcaba las 3 a.m. Cuando un olor extraño pero conocido se aproxima, sabía que esto ya lo había sentido antes pero no recordaba donde, cerré los ojos para tratar de concentrarme y recordar, pero nada, en eso una voz me saludó muy cordialmente. Esa voz, su voz, era la misma que hacía poco más de un año me llenó de dudas, el mismo que me hizo viajar de arriba abajo, el que me corrió de su hogar para que otro también me corra, el que saturó mi mente de preguntas que sólo llamaban a más incógnitas, era él, no había dudas, pero ahora qué quería… no lo sé…
Hola es un honor tenerte aquí en mi hogar, pensé que nunca más nos veríamos, cosa loca esta que se llama destino, no?
La verdad que sí, aunque hoy burlé al destino, no estaba escrito que venga a verte, no porque estoy prohibido de hacerlo, no porque hiciste cosas que causaron un caos general en mi casa, no sólo en la mía, y lo sabes.
Entonces por qué estás acá, a que se debe que te hayas tomado el trabajo de venir a verme aún si está prohibido como dices?
Porque quería hacerte recordar las cosas de las que hablamos, del verdadero rostro de aquel que se jacta de ser el más bueno, el más misericordioso, el que todo perdona, el que todo – perdona…
Y por qué así: el que todo – perdona…
¿Por qué?, preguntas por qué… yo te voy a decir por qué, porque estamos cerca al fin, porque su burbuja de mentiras está cayendo de a pocos, porque su divina divinidad es tan oscura como la de sus representantes aquí, tan llena de nada que ni él mismo se lo puede creer, ahora es cuando empieza el comienzo del fin, y es cuando las almas cansadas de llorar saldremos a tomar lo que con mentiras nos quitó, persiguiéndonos, arrestándonos, matándonos, corrompiendo, ultrajando y arruinando la vida de los inocentes. Hoy, como todos se dan cuenta él esconde los pecados mortales sus representantes, los oculta; le quita la voz a los que cayeron y ahora callan, y les hace creer que con un rezo papal se alivia todo y voila rezo nuevo, vida nueva, a daño hecho pedófilo suelto, es fácil, muy fácil cuando tienes a Dios de tu parte, cuando lo que dices es palabra de Dios, cuando tu ceremonia sirve para sacarle plata a los devotos, cuando los estados te pagana un sueldo, cuando tienes una camioneta para traerte a todas las putas que quieras a tu casa, cuando los monaguillos son los amantes perfectos, el silencio eterno nos salvará, lo ayudará…
Un gran secreto será revelado y pronto se verá si el malo realmente es quien siempre se dijo, un gran secreto hará caer la careta y su voz callará y la mía vengará la de los que no pudieron más, de aquellos que tuvieron que callar, de los que no lo hicieron, de aquellos que con 8 o 10 años mordían con temor y lloraban con odio, de aquellos que ahora bailan escondidos de rosa y que maquillan sus penas con colores en las caras y lápices de labios, pronto verán que la resurrección no es la que esperaban, sino mejor.
Al finalizar el olor a azufre era muy fuerte y yo andaba algo mareado, la taza de café todavía humeaba, mi cigarro estaba tal cual con apenas una, dos pitadas, pero el reloj ya no marcaba 3 sino 4 menos 13, todo era extraño y familiar a la vez, sabía lo que había pasado, sabía que esta vez el Diablo se tomó el trabajo de venir hasta mi casa y de advertirme lo que venía viendo.
Empecé sin saber qué escribir y hoy tengo otra pequeña entrevista con el diablo, vendrá Dios a defenderse a mi casa también, lo dudo, si es como me lo describió don Sata, me parece que no va a venir….