Cuando la razón reprime con justicia militar
El corazón subordinado agacha la cabeza
Y ya no quedan más ganas de andar
Y ya no sabemos a dónde ir sin mirar atrás.
Cuando una mano, tu mano se extiende para vivir
La mía se esconde en mis espaldas para morir,
La cobardía a veces es refugio de la razón
La razón no es valiente como el amor.
Cuando Dios no es más que un nombre en tu cabeza
Y tu corazón perdido es como una bala que penetra mi piel,
Es parte de la religión, es una ilusión como el primer amor.
Eres tú como la mentira de mi ser sin Dios, sin cabeza, sin piel.
Cuando mi voz calla, la represión cumple su objetivo
Los ojos no nos engañan, ellos nunca podrán ser reprimidos
Hoy después de mucho tiempo volví a ver tu mirada que no engaña
Y pensar que fue la última vez que los vi tan vivos esa mañana
Y pensar que sin pensar me fui para no matar
Tonto yo, la muerte nunca anuncia su llegada,
Nunca nos advierte o nos salva, total para eso estamos hechos
Simplemente para vivir, para morir.
Nunca una despedida, nunca un adiós, nunca un te amo,
Hoy después de cinco años volví a ver tus ojos que no engañan
Las lágrimas salían de mi corazón que acabó su servicio militar,
La razón dejó el cuartel y no peleó más por la libertad.
Mis manos se extendieron para tomar las tuyas tan lejanas
Mi voz aplacó las penas de tu alma cuestionadora,
Mis ojos que aún no mienten te miraban con esperanza,
Con esperanza de ayer, con el perdón del futuro sin mañana
El secreto de sus ojos era la cobardía de los míos,
El temor de que todo termine sin haber siquiera empezado,
El secreto de sus ojos necesitaba zafarse de koulema.
La muerte sabía que los amores cobardes se van con ella.
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