En algún rincón de mi memoria se encuentra aun tu nombre,
tu rostro tatuado en mi mente de vez en vez te sueña,
mi voz esperando la tuya se abraza a ese instante final.
En algún rincón de aquellos cuartos que guardaron tus palabras
está el juramento de volverte a ver de no dejarte más,
tus manos heladas aun sienten las mías y tu sonrisa rie fuerte.
En algún lugar del tiempo se quedó congelada tu imagen.
Hoy, que todo pasó, que las manos heladas no tocan más,
que tu voz y tu rostro se quedaron en octubre, hoy el avión partió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario