De mi ambigüedad salen los peores sentimientos que jamás sentí, los cabellos de mujer ahora no son más que sucias greñas, las uñas negras y la cara sucia, los ojos siguen rojos y más desorbitados que nunca, la calle es dura para todos, el invierno más frío es el que voy a vivir, sin un techo donde pueda cobijarme ni dormir tranquilamente, tendré que pelearme por un pedazo de cartón, o quizás simplemente entre los periódicos de antes despierte. Comeré lo poco que encuentre, si con suerte encuentro algo y si es que logro comerlo, si no me lo quitan los lobos como dijo alguna vez García, yo no creo que entre a un bar a beber, por que no necesito estar en esos lugares para hacerlo, pero si me caerá la cana más de una vez, ya lo han hecho y seguirán haciéndolo, digamos que tenemos simpatía.
Antes hablaban de mí hasta personas que ni sabían que existían, hoy soy un recuerdo, una leyenda asexual, un cuento al que no le escribieron fin, y que desesperado salí a buscarlo entre Wiskhies y coca, con muchos kilos de menos, con la esperanza en un cajón, los ojos hundidos, la boca reseca y ensangrentada, así soy yo ahora, como el fantasma de Canterville paso entre la gente y ellos simplemente me ignoran, soy el monstruo que se comió al ser que todos creían era el bueno, soy el villano que le quito la careta al héroe.
Eso es lo que hay dentro de mi ambigüedad, miedo, incertidumbre, inseguridad, guerras internas entre mi corazón y mi cabeza. Mis demonios se apoderaron de mi ser, mi alma dejo de serla y se convirtió en un ente pensante, mi corazón era el único que aún no había sido contaminado, pero no sé cuánto más podrá resistir, la lucha es constante y dura, muy dura, las armas que usan lo debilitan cada vez más rápido, siento como cada latido se aleja un poco más. Pero sé también que si lo dejo caer todo se habrá perdido, no habrán más esperanzas, no habrá más sonrisas a medias antes de dormir, cuando pienso que mañana me rescatarán de este infierno, cuando pienso que todavía es posible salir. Hoy no busqué comida, ni cartones, ni alcohol, hoy simplemente vi pasar mi vida desde el primer día hasta lo que soy, orgulloso inflaba este remedo de pecho cuando había hecho algo que me enorgullecía, y bajé la mirada cuando me convertí en una estatua de sal, hoy sé que no vale cuanto tengas, ni todo lo que hayas hecho, no sirve de nada toda una vida cuando ni tú mismo sabes hacia donde vas, cuando te entregas al facilismo, cuando los vicios son más fuertes que tus sueños, cuando dejaste volar al amor. Ser un vampiro no es fácil, nunca lo fue, y hoy que los fantasmas me empañan en mi carrera contra el bien y el mal, y hoy que duermo cada vez menos, y hoy que no veo más que por el ayer, hoy sé que me acostumbré....
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