En alguna parte del mundo está tu voz,
en alguna parte del mundo anda la mía sin pronunciarte,
tus palabras viajan en el limbo, tus frases en mi recuerdo,
las mías entran por el frío teléfono y se van con el adiós.
Hoy escuché tu voz, igual que ayer, no cmabió más y pensar que prometí no hacerlo y pensar que prometiste lo mismo, a veces el destino nos juega una mala pasada o buena dependiendo como lo quieras ver. Hoy dejé de lado mis promesas absurdas y entre dudas y temores apreté el botón, no dije de vos, sin embargo como collage todas las imágenes me transportaron al tiempo feliz (feliz para mí). El tiempo no basta con las personas que quieres, no me alcanzaría la vida para hablar contigo, tu sabes Eiti Leda que es así la cosa.
Fue bueno hablar, soltarme un poquito y volver por ratos a quien era, quien era contigo, necesitaba a alguien que me lleve la contraria un rato, necesitaba la voz, tu voz. Un melacólico adiós con el compromiso de volver a hablar, con la incertidumbre y poca fe de volverte a ver (en verda una probabilidad muy inprobable), sin embargo gracias a Dios existe lo platónico que nos ayuda a creer.
Digo de vos y no digo lo de antes... hoy te sentí tan cerca como cuando abría los ojos y eras tú a quien veía, digo de vos y nada cambio, digo de vos y creo ahora sí que los reencuentros suelen ser felices, digo de vos cosas que de todos modos sabrás.
Gracias por estar siempre, por volver y por no irte...
No hay comentarios:
Publicar un comentario