Carnaval Toda la Vida

El sábado pasado asistí junto con un grupo de amigos a una fiesta como muy pocas, celebrabamos el "Carnaval de Barranco", en el triángulo de este distrito tan tradicional, lleno de artistas y personajes entrañables de nuestra sociedad, en este barrio nocturno y bohemio, en este barrio donde todos alguna vez en su vida se ha detenido a tomar una cerveza o caminar por el puente de los suspiros, comer sus ricos anticuchos o sus picarones, o simplemente a tomar sol en sus playas que nos abría los brazos para disfrutar de un día sui generis.
Llegamos cerca de las 5:30 de la tarde, apenas pisamos el triángulo se respiraba un aire festivo, todos lanzaban buena onda (con pintura y agua, que venían dentro del paquete de buena onda), cuando nos unimos a las celebraciones una mano amiga me recicbió con una frase que quedó regustrada y sonaba y sonaba a cada minuto "LIMPIOOOOOO" de pronto mi rostro tenia dos manchas verdes; bienvenido al carnaval mi querido amigo, agua por todos lados, todas las caras estaban coloridas por la pintura que entre todos nos hechabamos como maquillaje, era nuestra suerte de trofeo, nuestra marca registrada, era la alegría, la diversión, el baile, la amistad.
La vida era vida en esos instantes, los amigos eran hasta los desconocidos, en verdad creo que nunca había visto tanta gente feliz, viviendo de verdad estos pequeños instantes que nos llenan de alegría. Todo bien, la noche llegó y seguíamos con la pintura y con menos agua, nuestros rostros eran un excelente cuadro abstracto que decía "Feliz Carnaval", las cervezas hacían las veces de agua y todos (o la gran mayoría), teníamos ese líquido hecho con cebada en nuestras cabezas.
Cerca de las 10 de la noche un grupo de policias se internó en esta fiesta callejera, rondaron un rato y sin avisar nomás comenzaron a lanzar bombas lacrimógenas, el pánico y desconcierto se apoderó de todos los asistentes, la gente corría escapando de ese humo denso que te ahoga y te da una picazón incontrolable si te tocas la cara, sin ningún aviso previo estos policias, que se supone nos tienen que resguardar y dar seguridad, no hicieron más que abusar de su autoridad y ese "poder" que les da el tener un traje verde, una cachiporra, y esas bombas, esos personajes que creen que todo se arregla con miedo, esos gorilas (que me disculpen aquellos primates tan inteligentes), pero no encuentro otra forma de llamar a esos débiles mentales que no tienen un minimo de criterio, aquellos pudieron causar una desgracia, que gracias a Dios no ocurrió por suerte.
Y que tal si esa suerte hubiese sido distinta aquella noche, que tal si hoy quien escribe hubiese muerto pisoteado por el tumulto que salía despavorido tratando de guardar su bienestar, quizás hoy no estuviese escribiendo esto y quizás los inocentes son los culpables dice la policia como piensan ellos siempre.
Este carnaval, se hace algunos años y siempre ha reinado el orden y el respeto, el fin de semana pasado la policia se encargó de iniciar un carnaval distinto el carnaval de la represión, donde las bombas lacrimógenas sustituyeron al agua y donde las cachiporras nos dejaban colores morados en el cuerpo, sin distinción de sexo, edad o color arremetieron contra inocentes ciudadanos que sólo querían divertirse, hoy queda en la conciencia de estos tipos y de aquel alcalde que es tan poco hombre como para no dar cara, el daño que causaron a todos nostros heridos e ilesos, sin embargo no les guardamos rencor y el próximo año el carnaval será igual o mejor, y si algún policia quiere entrar que entre para tirar balas de paz y alegria.
CARNAVAL TODA LA VIDA...