sábado, 29 de noviembre de 2008
Je t'aime pour toujours
A veces necesitamos un empujón en la vida, una cachetada que nos haga reaccionar y ver que la felicidad verdadera está en las pequeñas cosas que suelen hacerse gigantes cuando tu sonrisa se escucha en toda la casa, cuando un "papá" rompe el silencio de catedral en estas cuatro paredes que encierran a una familia digámoslo normal dentro de lo que uno podría llamar normal. Un día en la vida a veces te hace ver que lo que haz vivido no se compara con nada de lo que hoy te toca, te muestra diferentes colores que no conocías antes y que un pequeño ser te da la paleta sin mayor reparo y sin importar qué le ofreces, algunos momentos esos que nunca más vas a vivirlo en la vida, esos que quedan tatuados en la memoria y en el corazón. Y es que a veces uno se pregunta ¿cómo tanto amor puede caber en un cuerpecito tan pequeño?, pero que ama más que el ser más grande del mundo, abrazos interminables, besos incontables, caricias innumerables y muchos te quiero. Un día en la vida no basta para demostrar lo mucho que te amo, para recuperar el tiempo perdido, para volver a empezar, pero sé que habrán más días en los que vamos a poder compartir todo lo que hoy no se puede, espero y no sea tarde mas juro no alejarme ni dejarte pase lo que pase, siempre vamos a estar juntos para darte la mano cuando necesites a un amigo más que a un padre, para ir a rescatarte cuando te metas en problemas, cuando no soportes más y quieras salir huyendo sabes que aquí tienes un refugio y sabes que nadie te va a amar como yo. Decirte que te amo y que eres lo más importante en mi vida, decirte que eres la fuerza que me hace luchar día a día, que eres el ser por quien quiero cambiar el mundo, decir que quiero que seas feliz siempre, decir todo eso no está demás pero es demasiado poco para todo lo que quiero hacer por ti...
Te amo Sebas!!!
viernes, 28 de noviembre de 2008
Temps d'amour
Imaginarte a mi lado, dormida, con los labios entreabiertos, los ojos cerrados, respirando el mismo aire que antes te era extraño, imaginarte despertar con tu mirada soñolienta, los cabellos revueltos y un beso que alegre mi día. Una vida despertando a tu lado sería muy poco para poder demostrarte mi amor. Imaginarte desnuda, recorriendo cada espacio de tu cuerpo apenas rozando mis dedos con tu piel, besando cada rincón de tu espacio, mirando sin palabras todo tu ser, imaginando no imaginarte y tenerte a mi lado, cortando el aire para q no te toque la piel, desvaneciendo en el suspiro de tu amor sincero, mirando tus ojos donde se encuentran los míos, besando tu boca que me declara tu amor incondicional susurrando al oído "te amo", abrigando tu cuerpo cuando yace el frío después del calor veraniego, regalando las rosas que siempre quise regalarte, viviendo en nuestra casa (así no sea nuestra), muriendo de amor cada vez que pueda robarte un beso que termina en la más sincera descripción del amor, en el más profundo mar de pasión. Imaginarte, a veces cansa y no quiero hacerlo, preferiría no tener que andar imaginando, quisiera que estuvieras a mi lado, tentado por una pasión, por un amor, es muy difícil tomar una decisión. La incertidumbre carcome mi cabeza, el tenerte ahora o esperar el mañana se convierte en mi diaria contradicción, en mi silenciosa tortura, en mi más voraz idea, tenerte conmigo ahora sería lo que mas ansío, pero no quiero ser el verdugo de tus sueños. Imaginarte a mi lado es una locura que nadie comprende en un mundo real, todo de cabeza y contando al revés mientras el mundo gira, mientras la vida no termina, mientras espero no tener que imaginarte a mi lado. Imagínate no tener que imaginarte, imagínate que mi mano es la que ahora toca tu cabello, imagina que mis labios son los que hoy te besan, imagina que no hay mañana y que el hoy es amor. Quisiera dejar de imaginarte y tenerte a mi lado, quisiera tenerte a mi lado e imaginar nuestra vida juntos hasta el final, quisiera que me dejaras terminar lo que hoy escribo para no dejar de imaginar...
Instantes (Jorge Luis Borges, aunque se duda de su autoria)
Si pudiera vivir nuevamente mi vida. En la próxima
trataría de cometer más errores. No intentaría ser tan
perfecto, me relajaría más. Sería más tonto de lo que
he sido, de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría
más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería más
helados y menos habas, tendría más problemas reales
y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata y
prolíficamente cada minuto de su vida: claro que
tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría de tener
solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna
parte sin un termómetro, una bolsa de agua
caliente, un paraguas y paracaídas; si pudiera
volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar
descalzo a principios de la primavera y seguiría
así hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita, contemplaría más
amaneceres y jugaría más con los niños, si tuviera
otra vez la vida por delante.
Pero ya ven, tengo 85 años y sé que me estoy muriendo.
trataría de cometer más errores. No intentaría ser tan
perfecto, me relajaría más. Sería más tonto de lo que
he sido, de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría
más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería más
helados y menos habas, tendría más problemas reales
y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata y
prolíficamente cada minuto de su vida: claro que
tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría de tener
solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna
parte sin un termómetro, una bolsa de agua
caliente, un paraguas y paracaídas; si pudiera
volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar
descalzo a principios de la primavera y seguiría
así hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita, contemplaría más
amaneceres y jugaría más con los niños, si tuviera
otra vez la vida por delante.
Pero ya ven, tengo 85 años y sé que me estoy muriendo.
No te salves (Mario Benedetti)
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
lunes, 24 de noviembre de 2008
Un día en la vida (el último del primero en un final que nadie sabe como empezó)
Antes de irme, quise dejarle una nota. Apenas y agarre el lápiz y en un pedazo de papel escribí como un loco, recordando alegrías y tristezas, ratos buenos y malos, así seguí escribiendo, volando en el pasado queriendo cambiar algunas y esperando que otras no terminen jamás, caminé de espaldas y nunca si quiera tropecé, desempolvé el álbum de fotos en las que no sabía ni lo que hacía, apenas vi a un hombrecito con un cigarrillo en la boca y anteojos oscuros y grandes, con una sonrisa melancólica, un rayo de luz me dejó ciego y fue tan fuerte que hasta ahora cuando cierro los ojos veo una nube blanca que me atrapa y me envuelve en esa inmensa nata, remontándome al pasado diciéndome las cosas que no me dijeron y mostrándome el otro lado de mi espejo. Hace tanto que pasó, pensé que no lo recordaría (y es que hacía mucho tiempo que no recordaba nada), casi todos mi amigos se habían muerto y sólo quedábamos los que nunca nos separamos, los de verdad. De vez en vez nos vemos o salimos a tomar un pisquito para poder entendernos, a veces nuestro máquina de recuerdos no funciona bien y necesitamos algo que nos devuelva los momentos que vivimos, los faros tampoco alumbran como antes, y los reflejos desgastados por tantos excesos nos hacían frágiles y casi inservibles, respirando aire ajeno, ganándole un poquito de tiempo a la "pálida". Entré a mi cuarto, algo desordenado, con algunos libros tirados por ahí, con diarios apilados en una mesa que tenía más tiempo que yo en el mundo, una máquina de escribir de esas antiguas con las teclas redonditas, un toca discos, un sombrero de mago que alguien me regaló alguna vez, colillas de cigarros tirados por todos lados, una cama destendida (y por cierto con muy poca actividad desde hace mucho), dos botellas de wiskhy (una vacía y otra que anda por la mitad), alguna q otra pintura que le da algo de vida a mi tan oscuro y personal cuarto, más allá una ventana grande que da a una avenida principal, el ruido de los autos siempre sirvió de inspiración, de hecho hasta algún premio les debo a mis amigos automovilistas. Siempre me gustaba ver la lluvia por aquella ventana, a veces la salud se deteriora y no te queda otra que ver caer las pequeñas gotas de nuestra garúa limeña en ese vidrio húmedo y empañado, luego con paso cansado como pidiendo permiso para andar me iba a mi cama y trataba de descansar, a pesar que el amanecer estaba a pocos minutos. Recostado empiezo a recordar como ganaba los juegos mirando las cartas de mis amigos, como me deprimían los velorios de los que ya no están y como nunca sabía que decir al dar el pésame, no aguantaba los discursos por eso nunca fui a ningún entierro, prefería quedarme en casa y ver el fútbol mientras comía un poco de cualquier cosa. Muchas veces traicioné a más de un amigo, muchas veces me clavaron puñales, otras cuantas me veía desnudo y tirado mirando el techo que giraba a mil y nunca paraba de girar, con aliento a wiskhy y muchos cigarrillos, con la mirada perdida y desorbitada, temblando desde la cabeza hasta la punta de los pies, para luego dormir sin saber si habrá un mañana, si volveré a ver la luna que me despierta, la lluvia que me enferma; quizás despierte dentro de un cajón, quizás nunca despierte o de repente y termine pudriéndome dentro de mi descuidado cuarto. La nube blanca volvía a hacerme recordar que me esperaban los que quedábamos para conversar y tomar un pisquito para poder entendernos, al llegar al lugar de siempre estábamos los tres, pero era como si no existiese, no me paraban bola, ni me miraban, no supe bien que pasaba en ese momento, así que decidí regresar a mi refugio de placeres indeseados, al abrir la puerta todo estaba tal cual lo había dejado, la sala con algunas cosas tiradas pero no muy desordenado, seguí por el pasillo y llegue a mi cuarto, mi cama fiel compañera estaba habitada, era rarísimo hacía años que esa cama no tenía visita alguna, muevo las sabanas y entendí todo... Mis amigos, los que quedan, ahora tienen otro motivo para seguir odiando los entierros.
jueves, 20 de noviembre de 2008
Déjà vu
Entre sobredosis y borracheras, dentro de un tentempié de sentimientos y recuerdos que pensaba era parte del pasado, con amigos que nunca se fueron pero que no veía, con sabores y olores, que aunque se percibía lo antiguo, nunca dejo de ser agradable. Es tan raro todo esto, en tan poco tiempo como que volví en el tiempo, es una suerte de Déjà vu, pero en esta ocasión todo parecía ser mejor, ahora ni en la soledad de mi casa estaba solo, un motor me empuja a seguir adelante, una ilusión me anima a seguir soñando, un sueño me dice que los sueños no dejan de serlo cuando se convierten en realidad y tu sonrisa me eleva al cielo. Dos historias paralelas que se juntan en un punto en el infinito, una suerte de locura ordinaria, paranoia delirante, depresión total, esquizofrenia caliente, personalidad bipolar. ¿Quién sabe qué pasa cuando el amor se acaba y comienza a entrar alguien nuevo en la vida, alguien que ya pasó antes por acá, que con sólo escucharla lo demás no importaba, los demás no importaban? ¿Quién sabe qué pasa cuando tres amigos de la vida se vuelven a encontrar después de mucho tiempo de lejanía ingrata? Alguna vez me hice estas preguntas y no hallé mejor respuesta que una sonrisa, hoy no puedo sino hacer lo mismo. Esto es un desorden total pero asi está mi cabeza, es una copia fiel de lo que soy ahora, lo único sincero ahora son los sentimientos, la cabeza no da más, el bocho aunque golpeado aún late y hasta nombre y apellidos tiene hoy, quizás esto sea lo más desprolijo que he escrito, pero puedo asegurar que es de lo más sincero, una "Cantinflada", una "Chavada" o un "Chapulinesco" escrito, quizás nadie entienda (no me importa), yo no escribo para que me entiendan, escribo para no quedarme callado, para manifestarme, para cerrar heridas y crear fantasmas, para darle color a la vida, para imaginar cosas, para borrar otras. No me gusta hacerlo acá y capaz sea la última, no lo sé, pero si me animo a seguir quitándole puntos y comas a las narraciones absurdas de mi cabeza te lo haré llegar...
viernes, 14 de noviembre de 2008
Love is love
Sin saber bien sobre qué o quién escribir empecé a hacerlo, hay tantas cosas en mi cabeza que no las puedo ordenar (bueno eso es algo común en mí, soy tan desordenado que hasta mi cabeza está desordenada). No puedo decir que agarré lápiz y papel (aunque me gustaría hacerlo), prendí este aparato frío y vacío, me senté y comencé a teclear, sin saber bien sobre qué o quién escribir. Es raro todo esto, hace algunas semanas era un tipo común y silvestre, que quería solamente que se termine este buen año para empezar el próximo mejor (nunca me gustó Diciembre). Estaba tranquilo y sin ganas de tener si quiera un affaire con cualquiera, sólo necesitaba un poquito de "cariño" que se podía dar en un par de horas o tres quizás, luego un beso en la mejilla sellaría nuestra "pasión al paso", quería tomarme otro año sabático en el amor (este año fue bueno, un par de aventuras que no duraron más de lo que debió durar), no necesitaba más que un tornamesa, un buen amplificador, unos vinilos de Charly, cigarros, café, y una botella de Wiskhy para ser feliz. Sin embargo todo lo que había planeado para el próximo año se derrumbo tan rápidamente que no me dio tiempo ni a sonreír. Una princesa de acento foráneo entró a mi vida, tenía rostro y voz conocida, me traía consigo recuerdos que nunca salieron de mi corazón, momentos en que sonreír era tan fácil como decir "aló", donde la vida era, capaz, un poco más simple, donde los dos teníamos un sueño, una ilusión que cumplir, y que por distintas circunstancias nunca cumplimos. El tiempo hizo que volvamos a encontrarnos y el destino nos está dando otra oportunidad, la ilusión y los sueños están intactos, como si nada hubiese pasado, como si no existiera el tiempo, como si las fronteras sólo existiesen en los mapas. Las palabras se parecen a las de antes, de hecho algunas siguen siendo las de antes, el sentimiento es el mismo de años atrás (aunque creo yo es más fuerte ahora). La cabeza crea algún tipo de incertidumbre pero ninguna duda. Algunos piensan que estamos locos y puede que sea verdad, pero qué vale más un cuerdo sin ilusiones, o un loco enamorado?, creo que lo segundo, al menos es lo que yo siento cuando estoy contigo, cuando trato de adelantar las agujas del reloj para poder decirte que te extrañé y que pensé en ti todo el día, es rarísimo pero me gusta. El tornamesa, el ampli, los vinilos, los cigarrillos, el café y el wiskhy me los compraré, pero mi año será diferente a como lo había planeado, estoy seguro que mucho mejor a lo que planifiqué. Simplemente nos queda esperar el momento y disfrutar al máximo.
lunes, 10 de noviembre de 2008
Sábado chico
Muchas veces el mirar atrás aterra, no sé si a alguno le pasó, pero a mí me suele suceder, sin embargo el fin de semana pasado sucedió eso, pero lo graciosos es que yo no miré hacia atrás, sólo me tele transporte a momentos q ya había vivido, tres tipos nocturnos, con ganas de tomarse todo el alcohol de la ciudad, tres inseparables amigos caminando, riendo, recordando y contando todo lo que nos ha pasado en el tiempo que no nos hemos visto. Jose, Bruno y su servidor, hicimos de un sábado común y silvestre, nuestro sábado, qué locos éramos los tres en los viejos tiempos, buenos tiempos. Cigarrillos y cervezas infaltables en la mesa, chismes y chistes los mejores bocaditos. Hemos cambiado y mucho, los años no pasan en vano. Todo cambió, la forma de caminar, la de vestir, la de hablar, algunas ideologías, gustos, entre otras cosas q se anda comentando por ahí. Todo cambió menos la esencia, menos nosotros, los mismos de siempre, los tres mosqueteros; es bueno saber que existen los amigos de verdad, es bueno saber que a pesar del tiempo y la distancia siempre están para decirte tus verdades y para darte una mano cuando la necesitas, esos de los que están cuando no los llamas, los que no necesitas llamar para estar. Recordamos todo, desde lo que parece insignificante hasta lo más trascendental, cigarrillos, risas, alcohol, música, cigarrillos, dudas, "saluds", melancolía, cigarrillos, más risas, puteadas, reclamos, y más cigarros... "Te acuerdas de aquel año nuevo, en Asia, que Bruno estaba borracho... claro, si hasta hablo con Patty (alguien que adoro y que vive lejos de acá), ay claro q me acuerdo, estaba ebrio, no se que le dije. De dónde era Betito? de El Salvador. Que buen año nuevo, con bronca incluida, "controla tu cuerpo Bruno", jajajaja, que buena! Entre cervezas y cigarros, entre preguntas indiscretas y anécdotas se nos pasó la noche, la alegría, las risas. Gracias por ser mis amigos chicos, gracias por aguantar tantos años, por estar siempre, nuestras vidas tienen caminos distintos pero siempre hay un lugar donde nos vamos a encontrar, komo dirían por ahí siempre son las 5 de la tarde en algún lugar del mundo...
"Amigo es uno mismo en otro cuero"
Atahualpa Yupanqui
viernes, 7 de noviembre de 2008
La chica que se robó al mundo
Corría el año mil novecientos sesenta y tantos cuando el disparo de la escopeta del Coronel Díaz destruyó la bocina parlante que interrumpía su sagrada siesta.
Nuestra heroína, conocida en Paso de Rey como "Sei" (un problema odontologico le impedía decir la palabra soy), no tuvo más remedio que conectar la radio a un viejo combinado ortofónico para captar la señal de la pared de sonido, emisora internacional de onda corta dedicada al a música moderna y a difundir novedades acerca de los tan en boga platillos voladores.
Ella creía que escondiéndose dentro de la pared se encontraría a ella misma.Tenía la manía de robar globos terráqueos de escuelas, instituciones, bibliotecas, etc. Se sentía más inteligente que los demás y se aferraba a ese mundo con vehemencia sintiendo que ya se lo habían sacado y no quería perderlo nuevamente.
El Comandante Díaz opinaba que el cantante favorito de la jovencita no era un ser humano, sino más bien un estado de conciencia.
Como Gaona era de tierra, la única comunicación con la metrópolis era un plateado tren en donde Sei viajaba todos los días en busca de los conocimientos imposibles de encontrar en su lugar de origen. Una noche de lluvia el tren se detuvo misteriosamente asi como los relojes, los automóviles, y todo aquello que estuviera a la vista de los azorados pasajeros. Sólo su radio a transistor repetía continuamente las misteriosas palabras "klatú-verrakta-nikto".
Con el tiempo, todos los habitantes del pueblo lo fueron abandonando y la pared de sonido se convirtió en un recuerdo ante la división del átomo, el estéreo y el magazine.
Dicen que algunos de los seres especiales embarazaron a las más bonitas señoras de Paso del Rey. Así que si alguien lo saluda con un "klatú-verrakta-nikto" o levantando la mano derecha con un brazalete Say No More, no dude en considerarlos aliados y amigos, pues sus poderes telepáticos y telekinéticos son capaces de paralizar la tierra como advertencia a los que: no se imaginan nada, se siguen llamando chabones, piensan que todo tiempo pasado fue mejor y detienen el poder del idelaismo.
Say No More 29/09/00
Así te queremos, creando historias que nos hacen pensar, mensajes ocultos que sabemos leer los que conocemos tu obra, genio delirante, oído absoluto, esperamos tu pronto y ya anunciado regreso, olvidate de los excesos y recuerda que eres el músico que cambió la historia de un país y la vida de muchos.
Dale para adelante flaco, y sigue emocionandonos con ese pianito de juguete que tocás tan sólo vos...
Tus aliados, tus amigos te esperamos, ponte el brazalete y SAY NO MORE!
miércoles, 5 de noviembre de 2008
Vampiro
Él está hecho de piel y huesos, y pequeños cabellos de mujer, piernas largas y flacas, mirada perdida y endrogada, andrógino seductor, labios gruesos, ojos grandes y oscuros que se vuelven rojos cuando se fuma un chino bajo la lluvia en Miraflores.
Trata de no tocar a la gente con las manos, y mucho menos que lo toquen, no lo tolera, no lo soporta, él es más, pero sabe que siempre hay alguien mejor; escucha música todo el día desde Piazzolla hasta García, desde Ludwig van Beethoven hasta Kurt Cobain. No le gusta mucho el cine, prefiere ver las películas en casa, es más cómodo, entretenido y barato (aunque siempre despilfarra el dinero), suele bañarse cuando todos ya lo han hecho, en su cabeza hay muchos paisajes y colores que nunca había visto, detesta el día y prefiere la noche (los vampiros son suicidas y los fantasmas no me dejan dormir), fuma cigarrillos rubios, toma Wiskhy, y de vez en cuando aspira un polvo blanco que le despierta los sentidos pero que le destroza el alma, drogadicto delirante, metanfetamina, LSD, crack, anfetas, cafeína, alcohol, cigarrillos. No creo que se corte el pelo, flaco y desgarbado, con la mirada perdida y ojos rojos de tanto fumar pasea por las calles cada paso pesa más, cada esquina hay menos oxígeno, cada cemáforo es menos claro, necesita ir a casa a descansar, a comerse su bajón, a padecer la resaca infernal.
Falta poco, quizas menos de una cuadra, creo que volteando la esquina unos cuantos pasos más y ya está por fin en casa; pausa, el bocho late a mil, siente que se le sale del pecho, no hay nada más que hacer, un baño caliente (el invierno es muy frío), un poco de agua y ya está todo pasará...
¡Dios, que pálido y ojeroso está!, creo que esta vez se le pasó la mano, dejó de videar el techo de su cuarto y la oscuridad se apoderó de sus ojos, de su mente, de su ser. No sé bien cuanto tiempo pasó, quizás días o tal vez apenas minutos, mareado y atontado por los efectos de esa mixtura de drogas sale a la calle en busca de su dueño.
Pequeños cabellos de mujer enredados y desaliñados, pero aún con ese descuído brilla como ninguno, le gusta Dalí, prefiere la carne que el pescado, prefiere fumar a comer, no mira para atrás por que teme encontrar lo que dejó en el pasado, busca en sus bolsillos comida para soñar, sueña dejar de hacerlo, intenta pìsar tierra cuando vuela en los brazos de cualquiera que lo acoja en la noche, personalidad ambigua; ergo, sexualidad dudosa, es feliz por ratos cuando está drogado y cuando no lo está, se ríe de la gente que tiene plata, y se sienta a conversar con los que viven de la caridad ajena, solitario ultranza, inmortal, o al menos eso es lo que el pinesa ya que ha estado al borde de morir muchas veces y ni Dios, ni el Diablo lo quieren, famoso por lo que escribe, odiado por lo que piensa, querido por la mujeres con las que alguna vez compartió alguna conversación, excitante a los machos que duermen con hombres, endiosado por los maricas de tacón, plumas, brillos y mentiras. Odiado por las lesbianas que acceden a sus encantos, arrojado de los clubes sociales y de la casa de sus padres.
Muerto en vida, alma en pena, seductor asexuado que voltea a mirarle el culo a hombres y mujeres, le gusta las pastas y toma Coca Cola helada y con hielos, viste bien, adora los perros, en especial uno que alguna vez mató, añora el dormir de noche, pero sabe que él no es normal y que como se dijo líneas arribas los vampiros son suicidas, y los fantasmas no me dejan dormir. Tiene un ángel de cabellos rojos y lacios que conoció el día de su cumpleaños 20, tiene todo lo que se quisiera, y sin embargo muere a diario, cada noche que no duerme, cada aspirada blanca, cada chino, le quitan un poco de vida.
Hoy la oscuridad se adueño de sus ojos, pero mañana volverá a ser el mismo de siempre, esperando el día que por fin cierre los ojos y no los vuelva a abrir jamás, el día que Dios o el Diablo decidan quién lo acogerá, el día que pueda ser feliz...
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