domingo, 19 de julio de 2009

Ángeles del destino

Para las personas que creemos en el destino y sabemos que todo está escrito en nuestras vidas y que, si bien es cierto, algunas cosas pueden modificarse en el camino, siempre el fin es el que tenemos trazado y eso por más modificaciones que haya sufrido nuestro destino no cambiará nunca, no existe casualidades y nada se deja al azar, todo pasa por que tiene que pasar, todo sigue un rumbo, una ruta que nos lleva por este sendero llamado vida.

Si bien es cierto que es esto lo que creemos (o al menos yo y algunas de las personas con las que he conversado del tema), ayer o mejor dicho, hoy en la madrugada el destino me dio un golpe bajo, muy bajo, y dolió, dolió tanto que me gustó como la sonrisa tierna de niña, como esa personalidad arrolladora, como ese huracán incontenido como tu curiosidad, como esa voz tan aguda que me quiebra los tímpanos, como tu mirada de nena que no mata una mosca, en fin como todo eso así el destino me dijo que no todo está escrito y que cuando hay modificaciones a veces el final se altera también.

Un sábado como cualquier otro, dormir hasta tarde después de una noche larga de insomnio provocado (como siempre atentando contra mi vida misma), por la tarde el trabajo pasa sin novedad, cerca de las 5 de la tarde salgo a casa de mi mejor amigo, hoy a la noche se celebra el cumpleaños de "La Roja" (mi otra mitad), y de Erika una amiga entrañable; el itinierario era: primero ir donde Carlitos a recoger unas cajas de cerveza, después a comprarme unas zapatillas y de ahí a mi casa para largar a casa de "La Roja", hicimos todo lo que teníamos que hacer y cerca de las 9 de la noche partimos, Jose, Carlitos, Bananín y yo hasta la punta de un cerro en una zona exclusiva de esta ciudad. Al llegar a la fiesta todo era alegría obviamente, vi después de mucho tiempo a los papas, y a Dianita que ya la había visto hacia un par de meses si no un poco más. En fin, todo paso sin mayor sobresalto, conocí a una chica muy simpática y bonita se llama igual que "La Roja", pasamos juntos conversando un buen rato, y riendo mucho con las cosas que digo, en fin. Salí de ahí como a las 2 a.m., para dirigirme a la otra reunión que tenía en un conocido casino miraflorino, al llegar y discutir un poco con el chico de seguridad, que no me creía la mentira que le decía para poder pasar a esas horas, logré subir y encontrarme con mis amigos, la primera persona que vi fue a mi hermano de cariño Hanna, pero quien me saludo primero no fue el, si no una niña linda, muy sonriente "Hola Betito", me dijo, y yo algo desencajado le lancé un "hola, cómo andas", muy cordial, luego de saludar todo el mundo y ver el show de mis amigas bailando en el escenario, me serví un poco de Wiskhy, y me puse a beber, con la duda de saber quién era exactamente esta niña tan linda y agradable, tan dulce con esa candidez de niña que me atrapó, con esa mirada pícara y traviesa, con todo eso que aún no termino de descubrir, con lo que no quiero descubrir, con todo ello, seguía pensando, quién es esta niña linda?, teníamos amigos en común, sabía mi nombre, pero yo no la recordaba, de hecho su rostro se me fue haciendo familiar después de unos minutos, pero no la recordaba.

Bailamos mucho, a pesar que los dos tenemos dos pies izquierdos, nos reímos más, me encantaste en demasía, y te fuiste de la misma manera que te vi, tan rápido como me diste la bienvenida saliste corriendo de ahí.

Si bien los que creemos en el destino sabemos que todo está escrito, la madrugada de hoy me demostraste que existen los ángeles, y que la persona que busco tiene tu sonrisa, tu espíritu de niña traviesa, esos ojitos pícaros, tu voz aguda, tus pies izquierdos, tu curiosidad huracanada, tu personalidad arrolladora, tu encanto, pero lamentablemente esa persona no eres tú. Gracias por demostrarme más colores que los que conocía y gracias sobre todo por alegrarme una noche especial, tan especial como tú, y aunque no recuerdo aún como nos conocimos, siempre voy a recordar la madrugada de ayer.


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