domingo, 7 de junio de 2009

It's Only Love

Los últimos días del año siempre son muy agitados, pero uno en especial lo fue para mí, creo que fue en el 2003 para 2004, un año que se despedía, un año que si bien es cierto no fue el mejor hubo algunas cosas nuevas y buenas. El perfume de una mujer me salvó el año, con besos a cuentagotas y palabras que llegaban pero no quedaban, la soledad se iba convirtiendo en una fiel amiga o quizás en el amor de mi vida.

En casa todo estaba vacío, habían viajado para pasar las fiestas en casa de una tía en el interior, y yo compartía mi departamento con un amigo de la vida, la verdad no la pasamos mal. El 31 de Diciembre llegó sin avisar, un día con algo de trabajo; recuerdo que entré a trabajar cerca de las 11 de la mañana hasta las 6 de la tarde, cuando salí de casa tuve que pasar por un cajero automático (no tenía efectivo en los bolsillos), y como era costumbre en mi olvidé la tarjeta dentro del mismo, pero no me di cuenta al instante, sino mucho tiempo después, el día pasó sin mayores sobresaltos, avances noticiosos cada hora y el esperado 6 p.m.
Al salir del trabajo decidí ir a sacar algo de plata ya que sólo había retirado 50 soles para poder movilizarme y comprar algunas cosas, cuando llego al cajero me di con la sorpresa que no existía más mi tarjeta en la billetera, lo primero que pensé fue "Adiós año nuevo", sin plata no tenía muchas opciones, mi mejor amigo estaba en el interior con otro amigo, la chica que me interesaba estaba en una playa al sur de la capital, conclusión no malograr el fin de año a más personas, así que cuando llegué a casa le dije a Jonathan que se fuera con su familia y si tiene alguna fiesta que vaya por que yo me iba a quedar en casa, que no me sentía con ánimos de celebrar, así me fui a dormir un poco para tratar de olvidar.

No se exactamente cuanto dormí, ya era de noche cuando desperté, y desperté precisamente por que el timbre retumbaba en mi cabeza; mitad dormido, mitad despierto fui a ver quien tocaba con tanta desesperación, era Jonathan que me había llevado algo para comer, y para decirme que se iba a casa de sus viejos a pasarla allá, al irse cerré la puerta y nuevamente el timbre, esta vez cuando abrí la silueta delgada de una mujer y un rostro muy cercano y amigable me sonrió al punto que nos hicimos uno en ese instante, mil cosas por comer y hablar, la visita de un ángel siempre es bienvenida y más si es tu ángel, Sandra se llama mi ángel, y creo que es la primera con cabellos rojos, en fin, la noche pasó entre risas y conversaciones de años de no vernos, entre "te quiero" repetidos y miles de tequeños, con un pollo intacto y 12 uvas que se comieron cerca de la 1 de la mañana, con un beso y abrazo de "Feliz Año 2004" cuando ya había pasado los primeros 40 minutos del nuevo año, nos reímos a más no poder cuando vimos la hora (estábamos tan entusiasmados, tan felices por estar juntos de nuevo, que no importaba nada), y mientras aún reíamos y tratábamos a duras penas comer los 1500 tequeños que todavía quedaban, Jonás se acercaba a la entrada de casa, cuando llegó se acopló al instante a la conversación, y después de más risas y más palabras fuímos a casa de un amigo como para ver qué pasa, estuvimos un rato tomando y conversando de mil cosas, y aunque me hubiera gustado quedarme y seguir con nuestras cosas partimos.

Ese año que se divisaba como uno de los peores, sin plata, sin la chica que me gustaba, sin mis viejos, sin mis dos mejores amigos, pero la ayuda de un hermano y la llegada de un ángel hicieron de ese recibimiento del nuevo año uno de los mejores y el que más recuerdo.

Te amo Sandrita y lo sabes, y aunque no nos veamos seguido y nuestros tiempos jueguen en contra siempre estoy contigo a tu lado, sólo tienes que girar y cerrar los ojos que te estaré abrazando y besándote la frente.

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