Hace algún tiempo, más o menos 24 años, se metió en mi cabeza una idea sublime, un deseo puro y sincero, una necesidad, una compañía...
Estaba en el kindergarten cuando nos llevaron de paseo al convento de Santa Rosa de Lima, y la miss Teresa nos contó que ahí había un pozo y que si hacías una carta y la tirabas al pozo Santa Rosa te lo cumplía, la noche anterior al paseo escribí una carta sincera, con toda la fe que un niño de 5 años podía hacerlo (obviamente que escribí la carta con la ayuda de mi madre pero la idea original era mía).Cuando llegamos al convento, yo estaba súper emocionado, pero no necesariamente con la visita al templo de la santa ésta, sino por que quería llegar rápido al pozo, tirar mi carta y al llegar a casa que mi deseo se cumpla, todo ocurrio de la manera que había pensado, pero cuando llegué a casa nada había cambiado, todo estaba tal cual lo dejé antes de zafar donde la santa, en fin, pensé, quizás sea mañana o pasado...
Mañana o pasado se convirtieron en semanas, meses, años...
Hace 20 años un día como hoy 9 de Diciembre se sucedió uno de los días más felices de mi vida, y el acontecimiento que tanto había deseado desde poco antes de ir al convento de la Santa y su pozo de los deseos, a partir de aquel día mi vida cambió por completo hice cosas que nunca antes había hecho, miré con asombró y ansias locas el crecimiento, la evolución. Hace 20 años nació una de las personitas que más quiero en este planeta, alguien por quien daría la vida sin siquiera pensarlo, aquella que cambió mi vida por completo, que me hizo ver que mientras haya fe la luz siempre va a estar encendida, y por más largo que sea el camino siempre hay un final, y ese final es tan gratificante que el cansancio pasa a un segundo plano, un 9 de diciembre de 1989 nació mi hermana, aquel deseo que le pedí a la santa aquella vez cuando tenía 5 años fue ese, que me diera por favor una hermanita, y de verdad la espera valió la pena, mejor hermana no me pudo mandar, y aunque, como todos los hermanos simpre hay diferencias, ella es la luz, el foco, el faro y todo; hoy 20 años después de su nacimiento me he dado cuenta que eres definitivamente lo mejor que Dios pudo mandarme y aunque la diferencias de edades es grande, me haz enseñado muchísimas cosas y aun lo sigues y seguiras haciéndolo. Gracias por ello, gracias por estar, por haber nacido, por ser mi deseo más grande, por volver cuando no te haz ido, por sonreír, por aguantarme sien yo insoportable, gracias por ser mi hermana, gracias por ser la mejor hermana y perdóname si alguna vez sin querer viste en mí algo que te hizo mal, algo que te dañó, si alguna vez por mi culpa una lágrima o algun reclamo salió de ti.
Te amo hermana, y aunque no te lo he dicho sabes que siempre voy a estar para protegerte y ayudarte en todo...
1 comentario:
Ahhhh noooo...no se vale así, que hermano mas tierno eres!! me hiciste emocionar, bella historia. Voy a obligarles a mis hermanos que lean y aprendan jeje
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